Cuando Caravaggio pintó su conocido Cesto con frutas a finales del siglo XVI, presentó una pintura que denota el paso del tiempo: si nos fijamos detenidamente en la fruta y en las hojas descubriremos numerosos indicios de que el proceso de descomposición ha comenzado.
En el film Stil life, Sam Taylor-Wood aborda el mismo tema. La música es de Keith Kenniff. El trabajo se puede ver en el Exploratium (San Francisco, EEUU).
Por Johnatan Pascual.